
De la familia de los ciprinidos se presenta ahusado pero macizo, escamas de tamaño medio claramente visibles, en cuanto a su cabeza es cónica y puntiaguda, boca dirigida hacia abajo con los labios carnosos y con 4 barbillas. Sus ojos son pequeños y colocados en lo alto y nariz muy pronunciada. Tiene aleta dorsal bastante alta pero no muy ancha, caudal desplegada, sesgada. Su coloración es de marrón a verde bronce con característicos reflejos dorados y su vientre crema o amarillento. Su tamaño va desde los 30-40 cm hasta el metro de longitud para un peso de 12 kg, aunque este peso se ha sobrepasado en ocasiones. Pueden llegar a vivir unos 15 años. Se suelen mantener siempre en el fondo de los ríos donde viven, ríos que suelen ser de corrientes lentas, en donde explora sin parar su fondo en busca de gusanos y larvas de insectos, que son su principal alimento.
Antes de su reproducción hacen una corta migración aguas arriba del río. Esta tiene lugar entre los mediados de mayo y de julio, según la temporada del agua. Cada hembra permanece rodeada de 4 o 5 machos que la acompañan en todo momento.
Se pesca de muchos modos, desde pescando a fondo hasta con mosca, aunque en Galicia no hay mucha tradición de pescar Barbos como puede ser en otros sitios de la península donde es todo un ritual la pesca del Barbo. En Galicia existe Barbo en la provincia de Orense en el Río Limia y en el Támega entre los ayuntamientos de Verín y Laza, aunque su población bajó estrepitosamente casi hasta el punto de desaparecer.
En cuanto a su interés culinario diremos que el barbo tiene una buena carne para cocinarla al horno aunque con demasiada espina, pero bueno, para gustos colores.
Antes de su reproducción hacen una corta migración aguas arriba del río. Esta tiene lugar entre los mediados de mayo y de julio, según la temporada del agua. Cada hembra permanece rodeada de 4 o 5 machos que la acompañan en todo momento.
Se pesca de muchos modos, desde pescando a fondo hasta con mosca, aunque en Galicia no hay mucha tradición de pescar Barbos como puede ser en otros sitios de la península donde es todo un ritual la pesca del Barbo. En Galicia existe Barbo en la provincia de Orense en el Río Limia y en el Támega entre los ayuntamientos de Verín y Laza, aunque su población bajó estrepitosamente casi hasta el punto de desaparecer.
En cuanto a su interés culinario diremos que el barbo tiene una buena carne para cocinarla al horno aunque con demasiada espina, pero bueno, para gustos colores.
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