ESPECIES DE PESCA: LA LAMPREA (Petromyzon Marinus)

Pez (algún científico no la considera un pez) de cuerpo serpentiforme, comprimido lateralmente hacia atrás; piel lisa y sin escamas. Posee una boca redonda rodeada de un disco en forma de ventosa que posee dientes córneos, uno grande con dos puntas encima de la abertura bucal, una capa cornea debajo, dientes en la lengua; un respiradero dorsal con 7 orificios branquiales aliñados. Cuenta con dos aletas dorsales. Sus ojos se encuentran por debajo de la piel. Esqueleto cartilaginoso. Su dorso es marrón oliváceo a pardo amarillento, jaspeado de negro en el individuo adulto. Puede alcanzar el metro de longitud, para dar un peso máximo de entre 2-3 Kg. Es inconfundible este pez.

Es uno de los primeros vertebrados que aparecieron en el planeta, por lo que su presencia es milenaria.

Vive a diferentes profundidades hasta los 500m., con mucha frecuencia cerca de las desembocaduras de los ríos. Se alimentan succionando la sangre de peces vivos a los que se adhiere con la ventosa bucal. En la desembocadura de los ríos donde habita no es difícil ver especies como lisas con una pequeña lamprea a cuestas. Los adultos remontan los grandes ríos en primavera para la freza, incorporándose después, en algunos casos, a pequeños riachuelos de aguas puras y oxigenadas. Los machos excavan un agujero de unos 60 cm. de profundidad entre las piedras del fondo del río, donde posteriormente la hembra pondrá unos 250.000 huevos de color amarillo. Después de la reproducción los adultos fallecen. Permanecen hasta 8 años en el río con un tamaño de unos 20 cm. y es aquí cuando experimentan una metamorfosis y descienden hasta el mar donde están 2-4 años. Al cabo de este tiempo (cuando su estomago se atrofia) el ciclo se vuelve a repetir y la lamprea comienza de nuevo su remontada reproductiva.

Se pesca con nasas o con red en el momento que remontan los ríos. Pero no cabe duda que su pesca mas tradicional se practica desde las “pesqueiras”. Las “pesqueiras” son unas obras hidráulicas diseñadas por los romanos por y para la pesca de la Lamprea. Por cierto la leyenda dice que los Romanos tenían fosos llenos de lampreas donde echaban a los esclavos y estas le chupaban la sangre. Me imagino que esto no será del todo cierto, pero es uno de los muchos mitos sobre este animal. Nos vale pues, para hacernos una idea de la historia que tienen a sus espaldas. Su pesca tiene una regulación especial. Dicen que es un manjar de dioses, en Galicia su carne es muy apreciada. Conocidas son las Lampreas del Ulla en Pontecesures y las del Miño en Arbo o As Neves, en donde se celebran las dos fiestas gastronómicas más importantes en honor a este petromizónido.